El valle del Jerte, en Extremadura, ha convertido la floración del cerezo en un atractivo turístico de primer orden. Ayerbe y Loarre no pueden competir todavía con esa comarca, pero han hecho de los almendros en flor un motivo para dar a conocer su patrimonio natural organizando una camina que este domingo ha reunido a más de mil personas y que pretende ser el germen de una ruta turística.

El Ayuntamiento de Ayerbe y la asociación deportiva Padelante son los organizadores, en colaboración con el Ayuntamiento de Loarre, de la III Caminata ‘En la flor del almendro’, en la que se han inscrito 1.020 participantes. Seiscientas personas han tomado la salida para realizar la ruta más larga, de 25 kilómetros, que ha partido a las 8.30 del polideportivo de Ayerbe, con cuatro puntos de avituallamiento en los kilómetros cero, 8, 18 y 25. El resto, hasta completar el millar, han optado por la corta, de 12 km, con tres paradas para reponer fuerzas. Esta ha permitido que la caminata fuera accesible para todos los públicos, incluidas familias con niños. La organización proporcionó bocadillos, frutas, bebidas isotónicas, vino, cerveza, agua y caza, pero también ha habido productos locales, como pan con miel de Ayerbe.

En el recorrido han participado senderistas llegados de todo Aragón, pero también de Navarra, Soria, Cataluña e incluso de Francia. De su éxito da prueba el hecho de que en solo tres ediciones ha conseguido pasar de 450 a más de mil senderistas.

Los organizadores dan por cumplido el objetivo de participación, al que tuvieron que poner un límite. El reto ahora es consolidar la ruta e incluso darle un carácter turístico. Para ello, se va a señalizar y homologar el sendero y ya se está pensando en organizar actividades paralelas para darle mayor realce. El alcalde de Ayerbe, Antonio Biescas, dice que durante un mes y medio se puede observar la floración del almendro, e incluso una de las variedades florece en marzo. «Es uno de los sitios de España más bonitos para ver el almendro en flor», según el alcalde, con el aliciente de que durante el recorrido los caminantes disfrutan de la visión del castillo de Loarre y de la sierra de Gratal. Y detrás hay otra finalidad, ha explicado, fomentar el cultivo del almendro y el olivo en estas tierras al pie de la sierra.

La cita también tuvo un componente solidario. La asociación Entarachén Vols, que trabaja en dos proyectos humanitarios en Etiopía, estuvo presente con un stand donde se podrán hacer donativos.