El Castillo de Loarre va camino de superar su récord de visitas en este año
El Castillo de Loarre va camino de culminar un año récord de visitantes con una estimación de más de 110.000 personas, lo que supone un incremento de entre un seis y siete por ciento respecto a las visitas registradas el año pasado.
Así lo indica en declaraciones a este periódico, Roberto Orós, gerente de la empresa Loarre Turismo Activo S. L., quien destaca que en el mes de julio se contabilizaron 11.000 visitantes y hasta el 30 de agosto esa cifra se elevó hasta los 20.000. Respecto al año pasado, las visitas de julio «han ido un poco por debajo de las 12.000 visitas del 2018 debido al calor mientras que en agosto se ha registrado un poco por encima respecto a los 18.500 del año pasado, por lo que se han compensado las cifras» y, de este modo, califica que la campaña estival de visitas a la fortaleza románica «ha ido algo mejor» este 2019.
Orós destaca que desde el 1 de julio se ha incorporado la Colegiata de Bolea a la gestión turística del Castillo de Loarre, por lo que con una misma entrada conjunta se puede visitar castillo e iglesia de Loarre junto a la colegiata. Las jornadas de más afluencia fueron el 13 y el 14 de julio con unas 3.000 visitas gracias al encuentro de recreacionistas.
Durante este verano y especialmente durante el pasado mes de agosto el perfil de los visitantes ha respondido a familias con niños, que el centro de visitantes ha reforzado con un monitor de tiempo libre disponible entre semana para atender a este público.
Según agrega, «el castillo de Loarre se está consolidando como uno de los destinos prioritarios de la provincia con la desestacionalización del turismo, la promoción internacional en un mismo producto turístico junto a castillos y palacios de España con el apoyo de Turespaña», comenta, «con un 30 % de público extranjero y un 70% nacional». De los turistas españoles, destacó la presencia de turistas de comunidades más lejanas a Aragón como Andalucía y Galicia que coinciden con periodos de verano más amplios. También subraya que el invierno suave en temperaturas, «ha permitido superar los 4.000 habitantes en febrero cuando lo habitual se sitúa en torno a los 2.700″.