Recreacionistas de España y Francia reviven en Loarre los usos del medievo
El castillo y el pueblo de Loarre recuperan usos y costumbres de hace ocho siglos en el tercer Encuentro Internacional de grupos de recreación medieval, centrado en esta ocasión en el origen de la bandera de Aragón. Son dos escenarios en los que veinte asociaciones recreacionistas de siete comunidades españolas y cuatro provincias francesas se retrotraen al medievo con gran rigor histórico.
Desde primera hora de este sábado, doscientas personas han permanecido acampadas en el castillo y han habitado las diferentes dependencias, donde los acontecimientos se han sucedido sin descanso.
Se han equipado cocinas, iglesia, torres y diversos habitáculos, con lo que la fortaleza ha tomado vida por unas horas.
En su exterior se han recreado acontecimientos como el entrenamiento para una batalla, tiro con arco, campeonatos de combate, liza uno a uno, demostraciones, actuaciones e incluso un ajusticiamiento en el patio de armas. El público ha respondido, y ya desde primeras horas de la mañana se ha acercado en buen número a los diferentes escenarios.
Ya por la tarde han continuado las actividades con diferentes escenas de la vida cotidiana y ha tenido lugar también un espectáculo de danza con el grupo Octava Milla y un campeonato de tiro con arco.
En el pueblo, la plaza ha quedado ocupada con un mercadillo medieval de artesanos aragoneses. En su entorno han tenido lugar también numerosas actividades, con grupos de música, talleres infantiles, pintacaras y vermú con gaiteros.
Por la tarde los recreacionistas han desfilado por el pueblo en un animado pasacalles. El actor Alfonso Palomares, con vínculos en la localidad, ha ofrecido su espectáculo Lo que el cierzo se llevó.
El alcalde de la localidad, Roberto Orós, ha destacado la gran variedad de actividades que se han ofrecido en escenarios diferentes.
Ha invitado además al público a acudir e interactuar con los recreacionistas.
A las asociaciones llegadas de distintos puntos se ha sumado un grupo de vecinos de Loarre que también ubicó un campamento en el pueblo. “Se ha formado un grupo de recreación que ha ayudado a engalanar las fachadas, ha montado un campamento y realiza distintas actividades”, ha apuntado Orós. Muchos se han animado también a engalanar las fachadas y balcones, y la mejor decorada recibirá también un premio.
Roberto Orós ha considerado muy positivo este evento, en un fin de semana en el que normalmente no acude mucho turismo a la zona.
Ha calculado que esta recreación atrae a más de cinco mil personas y constituye un importante refuerzo turístico.
La actividad está organizada por el Ayuntamiento de Loarre, con la empresa Turismo Activo, encargada de gestionar el castillo, y la asociación Cámara, entidad con sede en Zaragoza que coordina a diferentes grupos de recreación a nivel nacional.
Una cuarta parte son franceses, y este fin de semana los participanes proceden de Carcasona, Nimes, Chartres, Toulouse y otras procedencias. Entre los españoles, se encuentran este fin de semana en Loarre recreacionistas de puntos como Valladolid, Bilbao, Cuenca, Barcelona, Mallorca, Teruel, Alcañiz o Zaragoza. Colabora también la Comarca de la Hoya, Adesho y Turismo de Aragón.
Es ya la tercera edición de una convocatoria que se va consolidando. “Se incorpora cada vez más gente, y vamos apuntando cosas para hacerlo mejor el año próximo”, ha apuntado Roberto Orós. Es destacable la participación de voluntarios del pueblo, agrupados bajo la denominación de “calagurritanos”, responsables del campamento en el pueblo en el que no faltaron los bailes y juegos medievales.
LA HISTORIA EN VIVO
La actividad forma parte del programa La historia en vivo, una propuesta con la que la Comarca de la Hoya de Huesca invita a trasladarse a otras épocas de la historia con diferentes convocatorias en julio y agosto.
Tras la de este fin de semana en Loarre, el próximo se celebrarán las cuartas jornadas Ayerbe en clave de Renacimiento y llegarán después a Ayerbe, Ibieca y Quicena, donde se inspirarán en acontecimientos relacionados con el Canfranero, los hospitales de la Edad Media y la vida en un monasterio medieval.